está claro que es hoy, la otra vez, y vendrá
Tu perfume en la cama
en tu sueño profundo
un calor repentino en tu nuca adornada
de torbellinos sonrientes.
Un pendiente esmeralda
esperando el renacer
del antiguo oído de plata blanca.
Florida en las venas que aúllan
un roce rosaura enterrado
en el alma de otros años
en los años de otros aromas
que te emanan y me envuelven
hoy, la otra vez...