Nada cambia el olor de la desesperación
en todos los tobillos hay raíces malolientes
la tierra chupa mientras cabalgamos en el enjambre
el peligro vuelve a ser erizado por el tiempo.
Llueven los oraculos al rio del destino
fluir
o en contra corriente se arrancaran las ramas de abajo
y cuando ya no quede mas que un alma devorada
desaparecer como la lluvia se hace uno con el agua
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