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rara vez decia su nombre. renombraba pero no lo nombraba de ninguna forma singular
hecho ahi el segundo acto malefico
se precipito
mientras le daba alguna
señal vengativa
que desaciera la idea original,
bueno, entre tanto los hombres tenebrosos naufragaban en el mundo sin cerebro,
mientras las sapienses inaguraban el shop marker fan club de la liga estrafalaria de la victima, pobre rango alternativo
que ruge fiel al sonido
de la esponja que late,
esa esponja en la que lavamos
todos los sueños del placer.
basta.
ya
no tienen derecho a pertenecer
a ningun rango.
flacas ligeras placebos del sol
que les quema las neuronas
destierra el pingong
de tu alma matriz.